Avila

A sólo 10 km de distancia del Mirador de la Cuesta del Encinar se encuentra Ávila, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

La ciudad abulense tiene una seña de identidad mundialmente conocida, sus fabulosas murallas, que rodean su casco histórico.
Murallas de Avila
Dentro de las murallas se concentran una gran cantidad de museos, palacios, iglesias, plazas y monumentos.

En sus calles, de edificios antiguos con una gran conservación, se disfruta de un animado ambiente, con gentes de la ciudad y muchos turistas que se acercan hasta Ávila en busca de los muchos encantos que la ciudad ofrece.

Comer y Tapear.

Ente los atractivos abulenses, más allá de la visión de sus numerosas joyas arquitectónicas, se encuentra su gastronomía.

El centro de la ciudad está repleto de bares y restaurantes que ofrecen al visitante lo mejor de la cocina castellana. El famosísimo chuletón de Avila es el plato estrella, pero no el único manjar, puesto que en esta ciudad podrá disfrutar de riquísimo cochinillo, carne de cordero y todo tipo de platos títpicos de la zona.



Centrica calle abulense.
Y si está en Ávila, no puede dejar pasar la oportunidad de degustar las tapas con las que todos los bares y restaurantes acompañan cualquier consumición. Ir de pinchos por Ávila es toda una tradicción para los abulenses y para los que, viniendo de fuera, saben de la excelencia de las tapas que se sirven en la ciudad amurallada.

El Grande y el Chico.

Como 'El Grande' y 'El Chico', se conocen a las dos plazas más importantes del centro de Avila, cuyo nombre en realidad es Plaza de Santa Teresa y Plaza del Ayuntamiento.

Son dos magníficas plazas llenas de vida y de gente, una dentro de la muralla, la otra por fuera, al lado de una de sus puertas y unidas ambas por la concurrida calle de los Reyes Católicos.

En este enclave abulense podrá disfrutar de magníficos edificios, como la iglesia de San Pedro, en el Grande, y también de todo tipo de establecimientos de restauración. 



El Grande, con la puerta de la muralla al fondo
El Chico, con el ayuntamiento al fondo


San Vicente.

La Basílica de los Santos Hermanos Mártires, Vicente, Sabina y Cristeta, más conocida simplemente como Basílica de San Vicente, es un templo románico, el de mayor tamaño e importancia de la ciudad después de la Catedral y destaca por ser la obra mas importante del románico de toda España.

Situada junto a la puerta de la muralla del mismo nombre, está considerada desde 1882 como Monumento Nacional.

San Vicente, joya del Románico.

Catedral.

La catedral de Avila está considerada como la  primera de estilo gótico de España, aunque tiene una zona, construida por Fruchel, de estilo románico con transición al gótico.

Es un monumento religioso y militar a la vez, puesto que su parte posterior está integrada en la muralla, que servía de defensa de la ciudad.

Está rodeada de varias casas o palacios señoriales siendo los más importantes: el de los Velada, el del Rey Niño y el de Valderrábanos, los cuales tenían asignada la defensa de La Puerta de los Leales o del Peso de la Harina.

Fue declarada Monumento Histórico Artístico el 31 de octubre de 1914.
Catedral de Avila.
Los cuatro Postes.
Se trata de un monumento religioso formado por cuatro  columnas dóricas de cinco metros de altura sobre cuyos capiteles se asientan otros tantos arquitrabes con las armas de la ciudad.

En el centro del cuadrado formado por las columnas, sobre una peana, se erige una cruz de granito.
Según cuenta la tradición, en el año 1157 los abulenses organizaron una romería a la ermita de San Leonardo. Aprovechando su ausencia, los musulmanes atacaron la ciudad llevándose todo lo que había en ella de valor.

Para perseguir a los musulmanes, se organizó una partida, de la que una parte de sus integrantes se separó para regresar a la seguridad de la villa. Cuando tras derrotar a los musulmanes volvieron a Ávila, encontraron que los que se habían separado del grupo habían cerrado las murallas, y exigían parte del botín para aceptar a los recién llegados.

Enterado el rey Sancho III de Castilla, acudió a Ávila, expulsó a los de dentro y les condenó a vivir extramuros. El concejo de Ávila decidió que la romería a San Leonardo se repitiese anualmente, y para descanso de las autoridades se construyó en el trayecto el humilladero de los Cuatro Postes.

Según la tradición fue aquí donde, siendo niños, Teresa de Jesús y su hermano Rodrigo fueron detenidos por su tío cuando proyectaban viajar a tierras de infieles para morir martirizados

Desde los Cuatro Postes se disfruta de una magnífica vista de Avila.

Los Cuatro Postes de noche, con Avila en el horizonte.

Palacios, Iglesias y Monasterios.

Caminar por el casco antiguo de Avila llevará al viajero a encontrarse con algunos de sus muchos edificios de interés.

La piedra es la gran protagonista en las fantásticas edificaciones que pueblan la ciudad. Son muchos los palacios, iglesias y monasterios y cada uno de ellos con un interés especial.

De entre los palacios destacan los siguientes: Palacio de los Aguilas, Palacio de los Veldada, Palacio de Valderrábanos, Palacio de los Dávila, Palacio de Nuñez Vela, Palacio de los Verdugo, Palacio de Bracamonte, Palacio de los Superunda, Palacio de Polentinos, Torreón de los Guzmanes, Palacio de Juan de Henao, Palacio de los Deanes y Palacio de los Serrano. 


Palacio de los Velada.

Entre las Iglesias podemos encontrar: Erminta de San Segundo, Iglesia de Santiago, Nuestra Señora de Sonsoles, Iglesia de San Andres, Iglesia de San Nicolás, Iglesia de San Juan Bautista, Ermita de San Martín, Ermita de Santa María de la Cabeza e Iglesia de Mosen Rubí.


Iglesia de San Pedro.

Y Conventos: Monasterio de Santo Tomás, Convento de San José, Convento de la Encarnación y Convento de la Magdalena.

Convento de la Encarnación.
En el convento de la Encarnación ingresó Santa Teresa de Jesús en 1535, donde fue primero monja y después madre priora, antes de comenzar las fundaciones de conventos de su nueva orden religiosa: la Orden de los Carmelitas Descalzos.